ISLAS EOLIAS

El archipiélago de las Islas Eolias, al norte de la isla de Sicilia, sorprende por la mezcla de preciosos pueblos, los paisajes volcánicos, las calas abruptas, las puestas de sol más especiales, las frondosas vegetaciones y los poblados prehistóricos.

A una hora en barco desde Milazzo, en la provincia de Messina, es una parada obligatoria en un viaje a Sicilia. El otro archipiélago, las Islas Égadas, no tiene nada que ver. Aguas cristalinas similares a Cerdeña y playas de arena clara como la zona oeste de Sicilia, se convierten en dos paradas imprescindibles.

La isla más grande es Lípari, por lo que el archipiélago también es conocido como Islas Lípari. Las otras, son Vulcano, Salina, Estrómboli, Filicudi, Alicudi y Panarea.

Volcanes submarinos emergieron a la superficie hace dos millones de años. Los primeros amos de las islas fueron dioses y monstruosas criaturas.
Toma el nombre del dios griego de los vientos, Eolo. Actualmente, sólo se encuentran activos los volcanes de Stromboli y Vulcano.

Hoy día, la principal fuente económica es el turismo, que ha devuelto la vida a las islas. Durante la primera mitad del siglo xx, una plaga de filoxera de la vid provocó el éxodo de más de la mitad de 20000 habitantes. No obstante, las islas están ‘abiertas’ principalmente en época estival. Durante el invierno, los comercios cierran a la espera de los nuevos visitantes.

En el año 2000, la Unescodeclaró las Islas Eolias Patrimonio de la Humanidad, por la riqueza de sus ecosistemas y la belleza de sus parajes.

Qué ver en las Islas Eólias

Lípari

La isla más grande del archipiélago es Lípari, de origen volcánica, formada por materiales de lava, costas escarpada y rocosa. Su encantador centro histórico bien merece un paseo. Recorrer sus coloridas y alegres calles, la vía principal del pueblo, Vittorio Emanuele, es inolvidable. El Castillo de Lipari, una rodeado por las imponentes murallas erigidas por los españoles en el siglo XVI, junto con sus bahías a las que llegan los barcos, Marina Lunga y Marina Corta, dejan grabada una espectacular panorámica en la memoria.

PANAREA

Panarea es la isla más pequeña del archipiélago. Y para muchos, con una belleza inigualable. Actualmente tiene alrededor de 280 residentes que viven en la isla todo el año. Sin embargo, en verano, la población aumenta de forma espectacular en verano. Panarea mezcla historia, arte, cultura y naturaleza perfectamente. Una superficie de 3,5 kilómetros cuadrados de belleza, especialmente adecuada para las los amantes de los fondos marinos. La playas más emblemática es Cala Junco, que contiene restos de un antiguo poblado prehistórico, Capo Milazzese.

vulcano

Para muchos, la isla más especial. El color negro de su arena, el reflejo del sol en el agua, la presencia del volcán y sus fumarolas y los lodos, son un imprescindible. La isla contiene varios centros volcánicos, incluyendo uno de los cuatro volcanes activos de Italia. En la actualidad, está unida a la isla de Vulcanello, antiguamente separadas. La última erupción del volcán se produjo en el año 1890 y hoy la mayoría de los excursionistas acuden atraídos por la ascensión guiada al Gran Cráter o por los espontáneos baños de lodo en Porto di Levante, a los que se atribuyen efectos curativos de los dolores articulares. El ascenso al Gran Crater de Vulcano es un agradable paseo que bordea el cono montañoso, y que se puede recorrer en menos de una hora. Al llegar a la cima, truncada por un gran boquete de 500 m de diámetro, que destila vapores ardientes, se obtiene la mejor panorámica del archipiélago: Lípari, Salina, Filicudi y Panarea en el horizonte. La Pozza dei fanghi, junto al puerto, es perfecta para darse unos baños curativos. En la isla se encuentran algunas de las mejores playas de Sicilia.

STROMBOLI

Uno de los volcanes más famosos del mundo es Stromboli, que se convierte en un reclamo siciliano.

Estrómboli es una pequeña isla en el mar Tirreno, cuyo volcán se eleva 924 metros sobre el nivel del mar, pero que en realidad tiene una altitud de 2.000 metros sobre el suelo oceánico.

Desde la cima de este volcán se puede observar en directo el magma incandescente. El ascenso hasta el cono volcánico se realiza por la tarde, para llegar a la boca eruptiva al anochecer. El recorrido, de unas seis horas, no es sencillo. Sin embargo, los estallidos centelleantes con que el volcán recibe al visitante compensan cualquier esfuerzo. Su cráter expulsa constantes fumarolas y del que emanan vapores de azufre entre 100 y 200 grados centígrados. 

Son muchos los que buscan una excursión para poder asistir a este espectáculo, bien junto con otras islas, o solo a Stromboli. La mejor hora para verlo es al atardecer, cuando anochece y el rojo de la lava preside el escenario.

filicudi

Filicudi es la quinta isla más grande del archipiélago eólico. Dominada por el monte Fossa Felci, un volcán extinto de 773 mt de altura, es tierra de vino, aceite de oliva, cereales y verduras. El mar de Filicudi esconde decenas de naufragios, hundidos desde el siglo V aC. y con una carga importante de ánforas y cerámica todavía a bordo. Capo Graziano y Filo Braccio son dos asentamientos de la Edad del Bronce en el sureste de Filicudi, los yacimientos arqueológicos más interesantes del archipiélago. La Canna, las isletas de Montenassari y dell’Elefante, la roca de Fortuna y la cueva Bue Marino son algunos de los reclamos de la isla.

saLIna

Salina es la isla más verde del archipiélago. Formada por seis antiguos volcanes, posee los relieves más elevados del archipiélago. El nombre actual deriva de un pequeño lago del que se extraía sal.
Sus costas son altas y escarpadas y las colinas están cubiertas de viñedos que producen el conocido vino dulce de ‘Malvasia delle Lipari’. También se producen alcaparras que son exportadas a todo el mundo.

Las excavaciones arqueológicas revelaron presencia de poblaciones que se remontaban a la Edad de Bronce. En el siglo VII, Salina se volvió la isla más poblada de las Eolias, debido a un movimiento migratorio vinculado a la actividad volcánica de Lípari. 

Las invasiones árabes la despoblaron hasta el siglo XVII, en que comenzó a repoblarse a raíz de este hecho milagroso: un leñador iba a marcharse en su nave cuando escuchó repicar unas campanas en el interior de Salina. Buscó el origen de esos sonidos hasta que encontró una iglesia en ruinas y la Virgen se le apareció. Llamó al resto de sus compañeros, que cuando llegaron, encontraron una iglesia hecha de piedra pulimentada y a nadie en ella. Entonces, la isla empezó a poblarse con nuevos italianos que, asombrados con la fábula, llegaron para poblarla.

ALICULI

Alicudi, conocida antiguamente como ‘Ericusa’ por su vegetación de helecho, es junto con Filicudi, la más antigua geológicamente de las islas Eolias. Se trata de la isla más alejada del archipiélago y menos poblada del archipiélago. La población actual es de unos 150 habitantes. El Filo dell Arpa es el estratovolcán que domina toda la isla. Se trata de una isla muy escarpada y de difícil acceso. Los pueblos se asientan ‘como pueden’ en las ladera del estrato. Por ello, es fundamental ir bien equipado si se va a visitar. La falta de agua dificulta el desarrollo económico. La pesca es una actividad fundamental por la abundancia de meros en la zona. El turismo también es importante, pese a que no tenga hoteles ni hostelería destacable. No hay carreteras asfaltadas y, para llegar a los pueblos, que son solo 6, se debe ir a pie por senderos y escalones hechos de piedra volcánica o ir en burro. 

CÓMO LLEGAR A LAS ISLAS EOLIAS

Las islas Eólias se pueden visitar por libre, en ferry, o en alguna excursión programada. A su vez, se puede llegar a ellas desde la península itálica, desde Nápoles o Regio Calabria, o desde la propia isla, Messina o Milazzo. Sin duda, esta última es la más recomendable. Una pregunta frecuente es si merece la pena ir tan solo un día. Sí, lo vale. Si quieres conocer las 7 islas tendrás que ir por libre e ir ‘saltando’ de una a otra. En ese caso, la mejor opción será comprar los billetes de ferry cuando mejor te convenga, desde Milazzo, y conocer lo que prefieras. La otra opción es adquirir un tour programado. Si viajas con niños a las Islas Eolias, una excursión de dos islas, es más que suficiente. Se llega a hacer pesado una excursión de más islas, todo el día, cuando se está en ruta desde las 8 de la mañana hasta las 5 de la tarde. Por lo que un tour programado a Lípari y Vulcano, por ejemplo, es ideal. Ambas contrastan entre ellas. Por la mañana se visita el encantador pueblo de Lípari, que parece salido de un fábula, y por la tarde de unos baños relajantes en los barros de Vulcano, entre playas de arena negra, es perfecta.  Si te gustaría conocer un volcán, un tour de noche o de todo el día acabando en Stromboli, es increíble. Ver el Monte Stromboli de noche desde el mar o subir por su ladera, es el colofón a un viaje único por las islas.

DÓNDE DORMIR EN LAS ISLAS EOLIAS

La oferta hotelera en las Eolias no es muy elevada, y por ello, muy costosa. No obstante, conocer las islas de noche, como si se tratase de un cuento, es una excelente opción. Si no te quieres gastar una suma alta de dinero, la opción más recomendable es quedarte en Milazzo, una ciudad muy asequible, y tomar una tour. Te trasladas la noche antes, ya que suelen salir muy temprano, y a primera hora embarcas.
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